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Pamela Verónica López Tabilo (47) nacida y criada en Coquimbo, vive en Manuel Rodríguez con Guacolda, sector el Llano Coquimbo, recuerda su niñez con mucha alegría; a pesar de no tener muchas comodidades, pero el compartir y la unión que existía en ese entonces con su familia, lo atesora en su corazón.

 

Su infancia  la vivió en el sector de la Pampilla, en calle Anita Lizana. Allí vivía con sus padres, Noelfa de la Cruz Tabilo y Alfredo Horacio López Alfaro y sus hermanos Alfredo Horacio López Tabilo, Marianela Rosa López Tabilo. Recuerda  las salidas a distintos lugares en familia la playa, fiestas de navidades, fiestas de año nuevo, etc..

En aquellos paseos a la playa que eran  de todos los días y durante todo  el día, Se iban temprano y caminando desde la casa a la playa de la Herradura cruzando por Guayacán. Al pasar por Guayacán recuerda que  existían unos tambores de petróleo de la empresa el Romeral y donde nadie  podía pasar sin lanzar una piedra al tambor, ya que éste, al golpear la piedra emitía un sonido muy especial.

 

En otras oportunidades cuando se dirigían a la playa la Herradura, pasaba un tren que traía pasajeros de Ovalle o transportaba fierros.  Y  que cuando niña, junto a sus hermanos  se subían al tren para ahorrar camino. Algunos de sus familiares no alcanzaban a subir y tenían que caminar.

Compraban recortes en la playa,  pan de nata, helados. No cualquiera comía helado, no cualquiera comía un chocolito ya que era muy caro. En otras oportunidades preparaban helados en bolsas para comer en el lugar.

Jugaban todo el día en el agua, su madre llevaba agua en un termo, y llegada la tarde les servía tecito para pasar el frío.

Otro de los paseos que disfrutaban en familia, era el pasar el día en Las Peñas que se encuentra en el sector de la Parte alta de Coquimbo, lugar donde se trasladaban en  carretilla. Llevaban teteras, parrillas, jugaban con agua, buscaban jaibas, cangrejos, caracoles. Recuerda que utilizaban los caracoles de mar que tenían forma de espiral para colocarlos en los cordones del traje de baño. Caracoles que lamentablemente ya no existen.

Para jugar llevaban unas  cámaras de ruedas de camiones, las cuales pintaban de color verde botella  y las inflaban. En una bajada que se encuentra al ingreso de la playa, pasando la línea del tren, lanzaban las cámaras las que rodaban hasta llegar a la playa. Estando ya en el lugar, existían unas dunas, lugar donde jugaban y  se metían dentro de las cámaras para rodar y compartir con sus hermanos.

Unas de las fiestas de navidad que recuerda era la que organizaba la Compañía de Teléfono de Chile CTC. Donde su padre trabajaba y que año a año invitaba a los niños de los trabajadores a compartir.

 

Llegaban como todo niño tímido, después de un rato  comenzaban a correr por todos lados, jugaba con los globos, con otros niños. Recuerda lo que siempre  le llamo la atención fue el Árbol de Navidad, que era inmenso y muy bonito.  Era de pino natural y que lo  adornaban  tan lindo. Se colocaban mesones y un viejito pascuero les repartía regalos. Una vez recibió una radio a pila, que para ella era lo máximo, era am y fm.  “Me creía la muerte con esa radio”. Una vez le regalaron una muñeca rubia que la bautizó con el nombre de Marcela. “En una oportunidad le lavé el pelo y le quedó tieso”.

Recuerda que le regalaron una cuna de guagua y su abuelita hizo un colchón para la cuna con una almohadita y que el colchón lo usó para  acostar a su hijo en una bañera.( cuando quedó embrazada en cuarto medio)

 

En año nuevo recuerda que los vecinos iban a la casa a celebrar. Había más confianza y como niños compartíamos con todos los del sector. Existía confianza con los vecinos. En el sector jugábamos  al luche, la capacha, a las calas, con sus hermanos y los demás niños.

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